jueves, 5 de septiembre de 2013

Andros Flores Escenas

Dramatis Personae:

Vicente, Pretendiente de Paulina.

David, mejor amigo de Vicente.

Alma, Bruja del pueblo

 

Escena I

Vicente, David.

Sentados en una mesa al interior de una cantina.

Vicente (golpea un vasito contra la mesa).- Otro, cuatro no son suficiente para olvidarla.

David.- Tranquilo, ¿por quién sufres?

Vicente.- Ay hermano, es Paulina, por más intento no puedo hacer que se fije en mí.

David.- ¿Paulina, la de Don Antonio?

Vicente.- La misma.

David (llena de nuevo los vasitos con tequila).- Por esa no sufras, es una cualquiera.

Vicente (se levanta de la silla violentamente y pone las manos sobre la mesa).- ¡Esa se llama Paulina, y no es ninguna cualquiera!

David (inclinando el cuerpo hacia atrás y levantando las manos).- Perdón…

Vicente (se sienta, cruza sus manos sobre la mesa y esconde la cra en éstas).- Es que por más que lo intento no puedo dejar de quererla, y ella desprecia cada muestra de mi amor.

David.- ¿y han sido muchas?

Vicente (empieza a contar con los dedos).- pues bastantes, la he invitado a pasear, a cenar, le he regalado chocolates y flores, hasta intente recitarle algunos de esos famosos veinte poemas.

David.- No hay que hacer, mujeres como ella sólo sirven para romper corazones.

Vicente (se le escurren unas pocas lágrimas por la mejilla).- Ya sé, pero el corazón no entiende de razones.

David (Saca del bolsillo algo de dinero y junto con este un papel doblado).- mejor vámonos de aquí, ya tomaste mucho. ¿Y esto qué es?

Vicente.- ¿qué es qué?

David (luego de leer el papel).- Este papelito, ya encontré la respuesta a tus males de amor. Es un anuncio de una bruja.

Vicente.- ¿Una bruja? ¿yo para que quiero una bruja?

David (le extiende el volante a su amigo).- pues para que te haga un amarre, esos no fallan.

Vicente.- No sé, meterse con esas cosas no trae nada bueno.

David.- No tengas miedo, esas cosas son seguras en cuanto no hagas enojar a la bruja. Además en la guerra y en el amor todo se vale ¿o no?

Vicente(es interrumpido por David).- Eso dicen pero…

David (lo levanta por el brazo y salen de la cantina).- Nada. Vamos a ir y se acabaron tus penas.

 

Escena 2

Vicente y Alma.

Alma está sentada en un sillón dentro de su casa. Vicente, afuera, toca la puerta.

Alma.- Pase.

Vicente (entra a escena).- buenas, señora Alma.

Alma (le indica un sillón frente al suyo).- Buenas tardes Vicente, siéntate por favor.

Vicente.- ¿Nos conocíamos de antes?

Alma.- No, pero soy una bruja, saber un nombre es poca cosa.

Vicente (más relajado, toma asiento).- Como sea, he venido para pedir su ayuda.

Alma (se inclina hacia adelante).- ¿y en que puedo ayudarte?

Vicente.- ¿Pues no dijo que las brujas sabían todo?

Alma.- No, no dije eso, sabemos algunas cosas. Así que ¿qué puedo hacer por ti?

Vicente.- Quiero que una mujer se enamoré de mí.

Alma.- ¿no te basta con la galantería para enamorar a una mujer?

Vicente (se queda pensando un momento).- Es una mujer difícil.

Alma.- Ya veo, ¿cómo se llama?

Vicente.- Paulina Salas.

Alma (toma una bola de cristal de la mesa entre ellos y ve dentro de ésta un rato).- Pues no puedo hacer nada por ti. Lo siento.

Vicente (un poco exasperado).- ¡¿cómo qué no?, ¿por qué?!

Alma.- Simplemente no están destinados a estar juntos en vida. Ni por un solo momento.

Vicente.- Por favor, tiene que haber algo que pueda hacer.

Alma.- Hay cosas contra las que no podemos ir.

Vicente.- Haré lo que sea, pero ayúdeme con esto.

Alma.- Ay niño,  ojalá que no hubieras dicho eso. ¿De verdad harás lo que sea?

Vicente.- Cualquier cosa para estar con mi amada.

Alma (se levanta y va a una repisa, saca una botella).- Visítala cada viernes y has que tome una copa. No te rechazará esta vez, la magia de éste vino te ayudará.

Vicente (toma la botella que le acerca la bruja).- Gracias, muchas gracias.

Alma.- No me lo agradezcas, sólo vete.

Vicente se levanta y sale de la casa.

Escena 3

Vicente y David.

En la sala de estar de la casa Salas una chimenea arde en un rincón. David espera sentado a Vicente, que entra por el lado izquierdo.

 David.- ¿cómo está?

Vicente (Se deja caer junto al asiento de David. Con lágrimas en los ojos).- Ha muerto.

David (coloca la mano sobre el hombro de su amigo).- Al menos su sufrimiento termino, tres meses de agonía son muchos.

Vicente.- Es injusto, ¿por qué Dios se la lleva justo ahora, cuando empezábamos a amarnos?

David.- Al menos pudiste pasar sus últimos días con ella.

Vicente.- Y ahora la voy a extrañar por siempre.

David.- Era una buena mujer, está bien que la extrañes.

Vicente (ignorando a David y levantándose) Mira, es el vino que le regalé. Para lo que me sirvió.

David.- ¿el que te dio la bruja?

Vicente (coge la botella y la arroja hacia una planta, ésta comienza a secarse) Me recuerda a ella, no lo soporto. ¡Dios, ¿qué le pasa a esa planta?!

David.- Maldita sea, parece que el vino la seco.

Vicente.- Vino no, ¡veneno!

 David.- ¿qué?

Vicente.- La bruja lo dijo, no estábamos destinados a estar juntos en vida, ¿cómo no me di cuenta antes?

David (sacude a su amigo por los hombros).- Escucha lo que dices, no tiene sentido.

Vicente (estalla en furia, derriba a su amigo y comienza a golpearlo).- Fue tu culpa, tu insististe en que fuera con esa bruja, de no ser por eso Paulina todavía estaría viva.

David (tratando de quitarse de encima a Vicente).- Estas enloquecido por el dolor, trata de controlarte.

Vicente (golpea la cabeza de su amigo contra el piso hasta que lo mata. Cuando se levanta comienza a arrancarse trozos de su mano con los dientes).- ¡Fue tu culpa, tu culpa! Pero yo la maté, con esta mano, esta maldita mano. Pero si no estuvimos juntos en vida lo estaremos en la muerte.

Vicente se dirige hacia la chimenea y se mete en ella. Grita y se retuerce pero no sale de ahí, finalmente muere. Se cierra el telón.


Andros Farid E. Flores Robles.

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