jueves, 28 de febrero de 2013

anécdota literaria hilda cristina


1998, segundo año de secundaria, y yo con la incesante inquietud de participar en un concurso escolar regional de pintura. Ya habían transcurrido dos semestres en los cuales mi inquietud se hizo más grande al observar como se realizaban ése tipo de eventos, sin embargo, yo no contaba con absolutamente ninguna experiencia ni técnica alguna en ese ámbito.
La fecha del concurso se acercaba, y el maestro de artística ya había elegido a sus dos concursantes, los que ya llevaban varios meses practicando su paisaje al óleo. Faltaban solo dos semanas, uno de sus participantes desistió del concurso, mi esperanza creció y yo misma me propuse para reemplazarlo. El maestro aún con un gesto de incertidumbre, me aceptó, y enseguida me puse a practicar.
Llegada la fecha, y al estar en el aula junto con mis contrincantes, me di cuenta de la realidad de mi espontanea participación, pero no todo terminó ahí; una vez que finalizamos el trabajo, había que dar una explicación a detalle acerca de nuestra obra, para ése momento ya me encontraba en una angustia absoluta, para lo cual mis palabras solo alcanzaron a señalar el par de enamorados y las garzas en el lago que figuraban en mi cuadro.

3 comentarios:

  1. Yo creo que te falta ponerle un poquito de mas detalles a la historia,como cuando te das cuenta de tu participacion tan rapida, describir como te sentiste o algo asi, y pues darle un titulo para ya una vez contada la historia pues relacionarla.

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  2. Andros Farid Flores3 de marzo de 2013, 18:30

    Me parece muy bueno el momento en el cual finaliza la historia, pero creo qué hay algunos problemas de redacción, como cuando dices "para lo cual mis palabras".

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  3. Esta muy bien, cuenta con circunstancias iniciales tiene buen desarrollo, también tiene economía de medios y una condensación, ya que cuenta con una simetría bien elaborada. Bien hecho.

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