miércoles, 27 de febrero de 2013

C. Aramara Carrillo: Castigo Perfecto.



Castigo perfecto.
Ya pasaban de las 12 am cuando decidí regresar a mi casa. Pero cuando vi debajo de un farol alcancé a ver una figura tiesa y pequeña, su cuerpo estaba cubierto de negro y su rostro ocultaba sus rasgos faciales y reflejaba bajo la luz el color blanco de su cara. Y ahí me miró al final del camino sin moverse. Avancé rápidamente hacia mi casa, terminé corriendo ahogándome de terror. Me topé con la puerta y sin perder más tiempo comencé a gritar, golpear y patear la puerta hasta que la luz de las escaleras se encendió y vi a mi padre bajar a toda prisa. Abrió la puerta, recuerdo mis manos temblando y la vista distorsionada. Mi padre, aterrado me preguntó: "¿qué pasó?" A lo que yo contesté: "Hayá afuera vi...la vi" mi voz se cortaba y vibraba, no pude hablar más. Mi padre salió y desde fuera escuché: "Buenas noches, no, no se preocupe, está bien" Regresó a la casa y después de verme y burlarse dijo " era el vecino".

4 comentarios:

  1. Jajaja me gustó mucho tu historia, en especial el giro que da,de ser una historia de miedo al humor, espero que aprendieras la lección o al menos ya cargues tu rosario cuando llegues tarde jaja. Creo que tu descripción esta mal hecha en "su rostro ocultaba sus rasgos faciales",¿Como el rostro va ocultar los rasgos faciales? ja, y el hayá no existe, es allá.

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  2. Me gustó mucho tu narración. El final le da un giro inesperado.
    Creo que si hay un poco de problemas en la descripción que haces de la persona (tu vecino), no la comprendí muy bien.
    Saludos.

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  3. Me gusto Mucho ara creo qe tu historia envuelve y tiene una fluides muy buena!!
    Anakaren Corvera

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  4. jojojo. Muy buena anécdota cuenta con circunstancias iniciales, economía de medios y una buena condensación. A mi también me gusto mucho tu anécdota, es diferente y graciosa. Saludos.

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